Ángeles Palacio

 

Psicóloga - Psicoanalista 646 35 65 43

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Lun, 05/06/2017

LA INVENCIÓN DE HUGO (2011). Dirigida por Martin Scorsese.

La invención de Hugo me parece una película muy apropiada para finalizar el Ciclo que se ha mantenido durante este curso con el hilo conductor “Desamparo, angustia y creación”, porque hoy hemos visto distintas creaciones que forman parte de la historia de la humanidad como son el autómata, el cine, la magia, la literatura, pero no hay invento más interesante, al menos para mí como psicoanalista, que ver y escuchar  como cada persona se arregla con lo que ha recibido en su vida y esta película me permite hablar  de esta invención.

Es una película ambientada en el París de los años 30 que ha dejado atrás la Primera Guerra Mundial, un París mágico, surrealista, con personajes que parecen salidos de un cuento, de una fábula o de una novela de Dickens

 

 Hugo, el protagonista es un niño huérfano que vive escondido en una estación de tren y que se ocupa de arreglar los relojes y que se va a ver envuelto en una aventura al intentar arreglar un autómata estropeado.

 

El guion es una adaptación de un relato de la literatura infantil  de Brian Selznick  titulado La invención de Hugo Cabrett que ganó la medalla Randolph Caldecott en 2008 como mejor libro para niños.  Y es la primera película que podríamos catalogar de familiar en la filmografía  de Scorsese.

 

Martin Scorsese confesó que "Hugo", se convirtió en un viaje hacia su infancia. De ella ha dicho que "Es el reencuentro con el niño que llevo dentro y que le da energía al director que trabaja día a día". El film, dice, le hizo reconectarse con esa chispa que lo impulsaba en sus primeros años como director.

 

Podemos preguntarnos si el propio Scorsese no se está reinventando con esta película familiar, para todos los públicos, tan alejada de su filmografía más habitual y  que en algunos casos ha sido tan violenta, de hecho se ha dicho de Scorsese  que habitualmente firma el infierno.

Cuando le preguntaron el porqué de esta película, el dirá que esta película se la sugiere su hija de 12 años cuando le da a leer este relato porque a ella le había gustado mucho y piensa que a él también le va a gustar.  Además su hija le está pidiendo ver alguna de sus películas y suponemos que no era fácil encontrar para él en su filmografía una película que pudiera interesar a una niña. 

Pero Scorsese no abandona en esta película lo que han sido sus señas de identidad en el cine donde entre sus temáticas preferidas están la lucha por la dignidad, el honor, la ética, la amistad, el amor,  el coraje y donde sus personajes principales  están configurados de tal modo que se caracterizan por la necesidad de mantenerse despiertos para sobrevivir, su pasión por los paisajes urbanos así como un manejo de la cámara  con largos travelling y un encuadre que nos permite tener un profundo conocimiento del personaje.

 

Vemos en Hugo, nuestro protagonista, un niño huérfano, que está confrontado con  la imposibilidad de representación que para todo ser humano es la muerte.  Y qué aunque  habitado por la pregunta ¿por qué estoy solo? ¿Por qué murió mi padre? no cae en el desamparo (real) porque consigue construir una ficción para mantenerse vivo y cuando digo vivo, digo deseante (desamparo simbólico)

Winnicot dice que la capacidad para estar solo hay que buscarla en la experiencia del niño cuando ha sido capaz de estar solo en presencia de la madre.

Hugo vive entre el mundo mágico y el mundo del adulto, ese mundo mágico donde espera que el autómata responda a sus preguntas y ese mundo real donde la posibilidad de ser descubierto y llevado a un orfanato está presente.

 

Nos preguntamos  qué ha hecho posible que Hugo pueda  vivir en la  estación, sin ser visto ni descubierto.  Es verdad que Hugo da muestras de un alto grado de inteligencia, pero es la afectividad  y su buen desarrollo lo que da sentido a su inteligencia.

 

Pienso que Hugo ha recibido una buena transmisión simbólica de sus padres, él se vale de sus recuerdos y del autómata. En la película vemos a un padre donde está bien articulado la ley y el deseo, se nos muestra a un padre que amaba a la madre de Hugo pero que tras su muerte puede seguir deseando, puesto que ama a su hijo y a su trabajo. Comparte con Hugo su pasión por arreglar relojes,  su gusto por el cine y los libros, y todo esto  ha permitido que Hugo pueda acceder a una buena articulación con ideal del yo.

Dice Françoise Dolto que “Todo objeto manipulado por los padres es para el niño una prolongación de éstos”.

 

En toda la película el autómata ocupa un lugar importante, es el instrumento, el relevo simbólico que a él le sirve para seguir buscando. Es de él del que espera recibir un mensaje del padre que le dé un propósito para su vida y de ahí su esfuerzo por arreglarlo, aunque por ello se vea forzado a tomar más riesgos que los que ya tiene su propia supervivencia dentro de la estación a la que ha convertido en su hogar,  y que le va a obligar a salir de la estación para recuperar la libreta donde el padre ha hecho sus dibujos y anotaciones y a relacionarse con otros: Isabelle y Méliès (Otro u otro?)… Llama la atención come en todo este tiempo Hugo no aparece angustiado,  solamente cuando va a ser puesto en funcionamiento el autómata y va a aparecer el autómata en en función de causa de deseo (C. Soler) es cuando Hugo se angustia.

 

La angustia va a aparecer, sobre todo, justamente cuando ya ha arreglado al autómata, hasta ahora Hugo parecía bien saber quién era y un objetivo que le impulsaba.. Hugo se ha sostenido sobre el  simbolismo que le ofrecía el autómata y con la ayuda de su fantasía donde al igual  que en las máquinas no sobran piezas y tienen una finalidad  él estaba en el mundo por una razón. Nos dice “yo no podía sobrar”. Hugo, hasta ahora ha tenido un propósito. Había una buena acomodación entre deseo y goce.

Pero en este camino, se ha encontrado a Méliès, y vemos poco a poco como Méliès se convierte para Hugo en un otro al que va a demandarle que vuelva a mirar hacia los que fueron sus lugares de interés  y no sólo por este anhelo de Hugo por arreglar las cosa sino sobre porque su deseo, el de Hugo  también está comprometido en esto ya  que  el mundo  de la magia, el cine aparecen como objetos de los que Hugo quiere valerse. Y  me parece que es por eso que aquí aparece el sueño de angustia en el que se enfrenta con la pregunta: ¿sigo la tradición familiar de ser relojero? ¿hacía donde continúo? ¿cuál es mi propósito?  Esto es de  lo que me parece que habla el sueño de angustia que tiene. ¿cómo continuar en la vida, mirar hacia otro lado,  sirviéndome de lo que he sido hasta ahora y de lo recibido por mi padre?

 

Por otro lado en esta película tenemos a Méliès, él sí que parece que ha caído en una situación de desamparo real-imaginario, nos muestra la fragilidad de lo simbólico, como a pesar de haber sido un hombre que en su juventud fue quien tuvo la genialidad de incorporar la magia en el cine, hace el autómata, tuvo un teatro propio, etc … cuando la mirada del otro cae, el desaparece. Él pasa a ser un objeto no mirado, no deseado por el Otro y se hunde en una depresión. Es cuando vuelve a ser mirado por el investigador y alguien le muestra su admiración cuando sale de su goce autoerótico. El vive como una “máquina estropeada” donde el “tiempo” se ha parado… No hay deseo en su vida y vive como un autómata en su juguetería. Méliès no es capaz de reinventarse cuando llega la guerra y sus películas dejan de interesar, no es capaz de inventar algo para su propia vida.

Mientras que la mirada de Hugo es una mirada de largo recorrido la de Méliès está encerrada, es de muy corto recorrido, habitado por la melancolía y la frustración.

 

Scorsese muestra no solo como Hugo se inventa a sí mismo sino que todos los personajes secundarios, que se nos hacen tan entrañables también lo hacen. Y así tenemos  a Isabelle como se sirve de los libros y de la escritura, el Sr Labisse, el librero buscando un hogar para los libros, el inspector y la florista enamorándose apoyándose en el duelo de las secuelas de la guerra les ha dejado, René Tabard dedicándose al estudio del cine tras su encuentro con Méliès  en su infancia…

 

Me pareció muy interesante cómo Scorsese  juega con algunos objetos para presentarnos a Hugo y Méliès.

 

Por ejemplo los relojes y la dimensión del tiempo que implican, el tiempo es vivido para Hugo como una dimensión simbólica que le conecta con el mundo. Hugo tiene un trabajo, se encarga en la estación de dar cuerda a los relojes, esto le hace estar conectado con la realidad, es un niño muy ocupado tiene un trabajo y un misterio que resolver, él sabe que el tiempo no vuelve mientras que Méliès solo es capaz de jugar con un juguete que da vueltas sobre sí mismo atrapado en una circularidad que le remite a un pasado del que no quiere recordar pero que no es sin poder recordar como podrá salir del pasado e ir hacía otro lugar porque el deseo no es sin angustia y sin conocimiento de la pérdida.

 

También pensaba en  el autómata como una  metáfora del yo. Se trataría de esa parte del ser humano consciente que permanente vive engañado pensando y anhelando  que todo tiene un buen sitio y que las piezas encajan y se esfuerza, se esfuerza, por conseguir esa completud que efectivamente solo es posible en las máquinas con la que Méliès se ha quedado identificado de forma imaginaria, mientras que Hugo lo convierte en una oportunidad, se vale de él  para seguir deseando, porque él sabe que convertirse en un autómata es la muerte como muestra su sueño.

 

 

Para terminar este comentario aludiré a la magia que si bien tiene la capacidad de fascinarnos porque nos despierta la curiosidad,   nos pone a jugar porque aunque sepamos que tiene truco nos deja expectantes, con una pregunta sin resolver y esto a la vez nos mantiene atentos y despiertos para desear y querer volver a participar en ese juego una y otra vez. Pienso que esto es así porque la magia  nos permite adentrarnos en nuestra imaginación, descolocar nuestras certidumbres y conducirnos a crear una ficción. ¿Y no se trata de algo parecido cuando hacemos la experiencia de acudir a un psicoanalista?